El momento señalado.

Entraremos en igualdad de condiciones, pero deberemos combatir para lograr nuestro cometido. Aunque las almas no lo quieran, ustedes deberán forzarlas a venir, ya que los falaces ofrecimientos que se les han inculcado, brotarán como fuerzas de arraigo a lo embaucadoramente inculcado. Por el contrario, siendo nuestro cometido los últimos, ellos se dejarán llevar por nuestra suave brisa y dejarán realizar la encomienda, dado que reconocerán de inmediato nuestra verdadera oferta.

El mundo entero espera por nosotros y nos debemos a él, ya que toda la Creación contenida es bella y por Luz ha sido corrompida.

Y comenzaron a descender con una oración:

Padre Nuestro que estás en el paraiso.
Sagrado sea tu nombre.
Véngales tu Reino.
Hágase tu voluntad así en ésta planeta como en tu reino.
Dales hoy el pan de cada día.
Perdona sus ofensas, como también ellos perdonan a los que los ofenden.
No los dejes caer en tentación y libéralos del mal.
Así sea
Tuyo es el poder por la eternidad misma.
Asi sea

Un cuestionamiento.

Miguel, ¿cómo podremos saber a quienes rescatar?

Nos has traído hasta acá y nosotros te hemos seguido, porque reconocemos tu amor y el cariño que tienes hacia éstas criaturas. Sin embargo, debes indicarnos los seres que debemos tomar, para no demorar en nuestro cometido.

Si es que seguimos las reglas universales ¿serán los últimos, los primeros?

En el viaje

Llegaremos pronto hacia mi querido planeta. Desplácense por todo su contorno pero no ingresen en su atmósfera. Esperen mi señal, ya que debemos ser cautelosos y precavidos, además de astutos e intrépidos.

Tenemos poco tiempo, ya que la brecha temporal se abrirá un tiempo determinado y éste mundo debe seguir su curso, pero ya no más de la misma forma. Siendo así es que los he traído a ustedes, mis más leales y confiables amigos para que estén al lado mío en ésta lucha que no puedo rehuir , dado que ellos también son hijos de mi Padre.